lunes, 26 de noviembre de 2007

Trabajar

Y tuve que volver a trabajar. Las cosas (una vez más) no salieron como yo esperaba. En la oficina del INEM, con mi solicitud para cobrar el paro bajo el brazo, me llevé una desagradable sorpresa.

Resulta que había firmado un contrato por obra y servicio con un periodo de pruebas de 3 meses, durante los cuales fuí cesada (otro día hablamos de los motivos). Como en los 3 meses anteriores tuve una baja voluntaria, quedaba directamente excluida del derecho a la prestación por desempleo. Se presume fraude de ley.

Es la típica cosa que debe saber todo el mundo que quiere vivir del cuento, pero desde luego yo no tenía ni idea. Así que me vi en la obligación de buscarme un trabajo y decir adios a mi sueño de unas largas vacaciones.

Sin prisa y sin pausa y diría que con bastante suerte, me encontré con una oferta que parecía hecha para mí. Cerca de casa, estable, con posibilidad de aprender cosas nuevas y con un sueldo casi decente. Vamos, una oportunidad que no podía rechazar. Y aquí estoy... parece que ha sido una buena idea...