Me despiden

Hoy es el día. He quedado a las 13 con el jefe en el bar de un hotel del centro. Me llamó ayer, apesadumbrado, aunque ya lo esperaba desde el viernes. Bueno no, desde antes. Desde hace un par de semanas, cuando escuché el fragmento de una conversación telefónica. No, ni siquiera... en realidad lo se desde que acepté este trabajo hace exactamente 50 días, por el que me incrementaban el sueldo de mierda al que tanto me había costado llegar en un 50%, por realizar un trabajo sencillo en un horario estupendo.

Quise arriesgarme. Pensé que era posible. Que me merecía que algo así me saliese bien. Pero parece que no ha sido una buena idea. Que las cosas que parecen tan fáciles de conseguir, efectivamente tienen trampa. Y que esta vez, la situación no se va a resolver sola.

Se me ocurren un montón de cosas para hacer... pero antes tendré que enfrentarme a esta reunión.